lunes, abril 10, 2006

Briconejos... ehm... briconsejos

Actualizado: Cosas de buses y foto de las casas de Vaderläden desde la mía.

Algunos de los que vais a venir el año que viene me habéis escrito correos preguntando cosillas varias. Este mensaje pretende ser una pequeña recopilación de lo que os he contestado y un complemento, porque se me han ocurrido más cosas. Es más, quizá ponga más aún. Si pongo al principio de todo algo como “Actualizado” pues es que eso, que lo he actualizado. Nunca lo sospecharíais, eso ¿eh?

Bien. Lo primero: a los que os hayan dado Luleå “por sorpresa”, sin que fuese vuestra primera opción, deciros que en mi caso era la cuarta (yo quería Cork). La puse porque no creía que "cayera tan bajo" ni de palo y de hecho estuve a punto de renunciar. Hubiese sido un graaan error. Me lo estoy pasando pipa, y las asignaturas son relativamente fáciles (aunque, todo hay que decirlo, tengo que currar más de lo que pensaba en un principio… es que creía que habría que currar muy muy poco. Ya lo expliqué al final de este post). De todas formas, en YouTube hay videos (1 y 2) de gente de años anteriores al mío, y la verdad es que podrían ser perfectamente de este año. Si la cosa siempre es así, me alegro por los que vayáis a venir al año que viene, porque quiere decir que también os lo pasaréis de cojón. Ya os he dicho a varios que aunque solo os lo paséis la mitad de bien que yo, disfrutaréis del mejor año de vuestra vida.

A los que todavía dudéis si venir o no. Deciros que os leáis el post "melancolía", para que os hagáis una idea de si recomiendo venir o no. Estamos aquí unos 40 españoles, con un buen rollo del copón, saliendo todos los fines de semana y pasándonoslo increíblemente bien. Para la vida aquí, una moza de Asturias que también tiene un blog hizo un post majete que os puede venir bien también.

EL FRIO:
Soy friolero de cojones, y tampoco es para tanto, mayormente porque cuando hace la rasca que hace, lo único que sales es para ir a la universidad y luego, para ir al centro de juerga, bajamos en taxis (en limusinas, que son para 7 personas y te sale el viaje por un par de euros/persona. ¡Y tienen karaoke!. La compañía es StarCab y es de las más baratas que he visto, porque hay varias. El teléfono es 092010050). No traigáis guantes, sino manoplas. No hace falta que sean muy buenas, sino que los dedos se den calorcillo mutuamente. De todas formas, ya digo que soy extremadamente friolero y lo he soportado muy bien. Hace poco viento (aunque cuando sopla… ¡¡sopla!!) y hay buses, taxi... cuando vas en la bici no se nota tanto frío (de hecho, yo sudo cual gorrino jabalín)... Además, eso, que lo máximo que estás fuera son 20 minutos para ir de casa a la universidad. La putada del bus es que desde la zona de Bjorskatan donde vivo yo hacia la universidad solo está el bus 12, y hay 4 al día y a unas horas muy raras. Yo, cuando empezó a hacer frío aquí me compré un abrigo de The North Face, lleno de pluma de la ostia (y caro de la ostia), unas manoplas buenecillas y un cubrepantalón. Con eso oye, más contento que Chupillas. Dejé una foto de mis pintas hace poco. Y bueno, en Agosto, frío frío, mierda mierda (post)

Aparte del frío, lo que puede rayar a alguien es la oscuridad en invierno. Amanece a las 10 o así y a las 14 ya es de noche. De todas formas, a ninguno de los que estamos aquí le ha afectado mucho, la verdad.


LAS PRIMERAS 48 HORAS:
Bueno… si avisas con tiempo, los del LURC te vienen a recoger al aeropuerto. Luego está todo muy organizado. Te llevan a la universidad, te dan las llaves y te llevan a tu casa. Bueno, en mi caso, como ya conté, no me llevaron a mi casa, porque habían tenido un problema con mis llaves, y tuve que dormir esa noche en el mismo cuarto que Pablo… Pequeña putada, pero vamos… sobreviví.

En agosto, los primeros 15 días son de “Nolleperioden”, es decir, “periodo de novatos”. Te van poniendo en grupos guiados por unos alumnos reconvertidos en tíos vestidos raros (Fossares, les llaman) y haciéndote actividades para que conozcas gente (que si una barbacoa, que si jueguecitos para recordar nombres…). Todo bien regado de cervezas. No es obligatorio ir jeje. Ese “Nolleperioden” en enero es más breve, porque hay clases.

LAS CASAS:
Interesa ¿no? Es donde iba a pasar 10 meses de mi vida...

- Tuna (o Tunastiguen): Alejado de todo. Las casas deben estar bien, pero hay muy pocos estudiantes allí (ahora creo que hay 6 o así). Son pisos que, según creo (digo "creo" porque yo no he estado nunca) están en bloques de casas de familias suecas "normales" lo cual corta el rollo bastante a la hora de hacer juergas. De hecho, ahora creo que hay tan pocos estudiantes allí porque el año pasado hubo quejas de los vecinos, y han intentado no llevar a nadie este año, pero finalmente no han debido tener otro remedio, porque solo han llevado allí estudiantes de la remesa de Navidades. Antes creo que no había ninguno.

-Porson: Muy cerca de la universidad, y la zona es maja. Son casas bajitas (planta y piso) en la que hay como 4 apartamentos (dos por planta). En cada apartamento hay dos baños y cuatro estudiantes. A mi me tiró un poco para atrás eso de tener que compartir baño. Prefiero que la mierda que tenga que limpiar sea mía. Además, las habitaciones me han parecido siempre un poco pequeñas. Eso si, tiene la ventaja de que está a unos 5 mins. en bici (o menos) de la universidad.

- Bjorskatan: Es donde vivo yo. Es una zona de corridors, es decir, tienes una habitación con baño y cocina compartida (pero esto último como todos). Está a unos 15 mins. en bici de la universidad.

En Bjorskatan os pueden mandar a tres sitios:

  • Vaderläden nº 9 o nº 11: Son las más baratas (unas 2100 coronas/mes). Son para 5 o 6 personas y creo que son tan baratos porque tienen las habitaciones más pequeñas (pero vamos, que están bastante bien, creo que son un poco más grandes que las de Porson). La mayor ventaja que tienen es que disponen de mucho congelador, cosa que yo no tengo y que me hubiese permitido ahorrar bastante pasta en el Erasmus. Podría haber bajado al centro, al Willys, que es el súper más barato (con diferencia), cargar con un montón de comida y congelarlo. Tal y como estoy ahora (con media balda) pues no puedo hacerlo. Tengo que comprar de poco en poco, en supermercados más cercanos a casa y más caros. Además en estas casas, para entrar a las habitaciones hay que pasar por el salón (vamos... no está en una habitación aparte) lo cual, parece que no, pero potencia la convivencia. Ha habido muy buen rollo en bastantes de éstos corridors. Gracias a Pablo tengo unas foticos de las casas éstas (1, 2, 3, 4 y 5)
  • Vaderläden nº 3a o nº 3c: Las más caras, porque tienen las habitaciones más grandes (unas 2600 coronas /mes). Son corridors para más gente. Están bien, pero yo no se si merece mucho la pena. Además algunos no tienen terraza, lo cual a mi, como fumador, me jode. Eso si, tienen dos baldas de congelador. He hecho una foto de cómo se ven las casas de Vaderläden desde la mía. Finalmente Alonso me ha pasado una hecha desde su casa, en la que se ven mejor (yo vivo en el primero, y él en el tercero).
  • Haguelväguen 1, 3 ó 5 (donde vivo yo). Están muy cerca de Vaderläden. Sólo hay que cruzar una carretera. De hecho, la primera noche que tuve que dormir con Pablo les eché una foto desde su habitación de Vaderläden 9, y luego eché otra desde mi casa a Vaderläden. Las habitaciones están bien (21'5 metros cuadrados, según mi contrato). Este año cuestan 2551 coronas. Son pisos para 10 personas. Son las únicas que he visto con secador de toallas en el baño (radiador en forma chupi) y portero automático (lo cual, no te creas, viene de puta madre para no tener que bajar a abrir, especialmente si organizas una cena o fiesta, o algo así). La mayor desventaja, como digo, es que es que tengo poco congelador (media balda que además suele ser invadida por un puto sueco de mierda). Además, son las únicas que tienen algo parecido a una persiana. No quita mucha luz, pero algo es algo. De todas formas, yo duermo con antifaz de putilla. Deberíais traeros unos pocos. Además, cuando el día empieza a alargar, los podéis vender a buen precio a los desgraciáos que no tengan ni antifaz ni persiana. Ya puse algunas fotos de mi casa en post anteriores, explicando movidas que me llaman la atención (sobre todo eso de que no haya ducha, sino un puto bujero en el suelo) pero ahí van otras pocas (1, 2, 3, 4)

En la solicitud de residencia hay un apartado para "necesidades especiales". Yo pregunté y me dijeron que ahí podía poner qué prefería de casa (bueno, al principio me dijeron que si era que tenía silla de ruedas o así, pero luego se corrigieron) y yo dije que quería corridor. Sé de gente que dijo que quería estar cerca de la universidad, y la mandaron a Porson, así que supongo que si tu dices "corridor barato" te mandarán a Vaderläden 9 u 11 y cosas así. Eso si, que no os den lo que los suecos llaman "piso 1" (no le llaman "bajo") porque es el puto patio. Es como si en el patio de entrada a tu casa hubiesen plantado un par de habitaciones a la derecha y la cocina a la izquierda, lo cual es una mierda, porque imagínate que te levantas todo resacoso un sábado a las 3 de la tarde y quieres ir (en gayumbos) a la cocina a por agua (lo normal). Pues tienes que cruzar todo el portal, pudiendo encontrarte a un sueco con un par de esquís o una bicicleta... gente yendo a las lavadoras... joderte de frío porque está saliendo alguien a la calle... Vamos que no. Ahora si tuviese que elegir, elegiría la misma habitación o si eso una en Vaderläden 9 u 11.

Eso sí: ¡Cuidado con el Lulebo! (la empresa que te alquila la casa). Cuando dejas el cuarto, te pasan una inspección, y tiene que estar perfecto. Vamos, cuando te vas a ir te mandan un mail en el que dice que tienes que limpiar los cristales y el zócalo del suelo. Si no lo haces bien, y no pasas la inspección, pagas. Con las llaves, otra igual. Resulta que con la misma llave abres tu puerta del cuarto, la puerta del patio, la puerta del cuarto de las lavadoras, la puerta de los trasteros… Bien, si la pierdes, te cobran unos 150€. Yo comprendo que es una movida, porque tienen que cambiar mogollón de cosas. Hasta ahí bien, pero resulta que un pavo perdió la del buzón (que solo abre el buzón) y le querían cobrar los 150 €. A Pedro también le pasó que se le partió la llave dentro del bombín y consiguió sacarla. Total, que fue a la oficina del Lulebo, con los dos cachos ¡y le querían hacer pagar también! Además, te cobran 150€ por cada llave que pierdes. Es decir, que si tienes tres llaves en el llavero y lo pierdes… pues ¡hala! 450 €urazos. ¡Joete!. Y si no pagas, te bloquean el expediente académico. Así, por la feis.

LA PASTA:
Se puede vivir (pagando casa y eso) por unos 700 €/mes si cuidas el dinero (gastas poco los fines de semana, compras en el Willys...). Yo, que no lo cuido nada, estoy gastando unos 900. Como complemento al ahorro, recomendaros que os traigáis todo el alcohol que podáis cargar porque eso sí es carísimo. Lo máximo que puedes pasar sin tener que declarar impuestos son 10 litros de alcohol fuerte (eso dijo la del duty free de Gerona), así que… Cuando vine en agosto me traje tres botellicas. Para navidades, aprendí lo que había que hacer.


LAS ASIGNATURAS:
Bueno, de las que tuve en el primer cuarto ya conté algo. Sobre todo, decir que se califican por niveles. Va desde A (paja) hasta D (imposible). Si podéis elegir, ya sabéis. Luego decir también que debéis tener mucho cuidado, porque aparecen y desaparecen de cuando en cuando. Yo tuve que rehacer un par de veces mi plan de estudios. También decir que alguna asignatura que dicen que solo se da en sueco, luego la dan en inglés. Lo mejor es escribir a los profesores, a ver qué pasa. Las que yo ya he hecho son:

KSS658: Swedish for Beginners AI:1a
Curso introductorio de sueco. Como digo más adelante, está bien cogerla, más que nada para “foguearte”. No hace falta que esté en tu plan de estudios. Lo ofrecen a los exchange, nada más llegar.

SMD139: Computer System Security and Management
Mucho linux y unix (solaris). Está bien. Te enseñan a montar un Apache, un Pop3, un firewall con iptables… Tiene un examencillo, pero lo importante (y de donde sale que tengas más o menos nota) son las prácticas. Eso sí. He chupado (con perdón) ahí muchísimas horas de laboratorio, mano a mano con Jorge.

SMD151: Multimedia Systems
Había parte de prácticas (implementar una especie de Skype, un reproductor multimedia…), una presentación (nosotros la hicimos sobre Quality of service) y un home exam, que hice en una noche (después de echar una buena partidita de Counter) y que me puso un 5 (la máxima nota). El home exam de este año iba de que la universidad quiere un servicio de tele-clases y tenías que estudiar qué protocolos usar, aplicaciones para enviar y grabar audio, una pizarra virtual…

SMD157: Human-Computer Interaction
No sé que pasará con ella al año que viene, porque el que la daba este año ha muerto. Pobre hombre. En grupos de cuatro personas había que implementar una aplicación en flash. Se suponía que en una palm metías un programa. Podías elegir entre varias cosas: Controlar una casa (lo que hicimos nosotros) en plan de encender/apagar luces, alarmas… o una guía de teléfonos… Te decía por ejemplo “la palm tiene un GPS… vale, pues en la guía de teléfonos se tiene que poder decir ‘quiero la pizzería más cercana’ y te mostraba el teléfono, el camino…”. No tenía que funcionar de verdad. Solo era programar el interface.

SMD171: Computer graphics with virtual environments
Movidas de gráficos en OpenGL. Mucha teoría y unas prácticas que a mi se me han atragantado un poco. Al examen tampoco me presenté.

KSS745: Spoken and Written English for Exchange Students 1
En mi plan de estudios, originalmente, ponía el 2, pero a la profesora se le metió en la cabeza que no, que si no había hecho antes el 1 (o había presentado un certificado Toefl) no podía hacer el dos. Ya conté eso. Se suponía que iba a haber un examen, pero la profesora se puso enferma y al final nos va a poner la nota (que ¡cagate! a día de hoy todavía no ha salido) con los deberes

Otros consejillos:

1) Los que tengáis el pelo rizado, ya os podéis ir dejando greñas, porque las vuelve locas de una manera increíble (por experiencia propia lo digo, y mira que soy feo).

2) Liberaos el móvil y cuando lleguéis aquí compraos una tarjeta sueca (la compañía principal, o incluso puede que única se llama Telia) que sale barata y la usarás para hablar con los españoles y quedar para fiestearlo. En el centro hay un “The phone house”. Nosotros la pillamos ahí.

3) Si venís en verano, yo os recomendaría hacer el curso de sueco inicial. No es que vayáis a aprender más allá de los números (de ligar en sueco, ya os podéis ir olvidando) pero como se hace antes de que comiencen las clases, sirve para ir viendo cómo son las aulas, como funciona un examen… Para mi fue bueno tener ese “entrenamiento” con una cosa “secundaria” (no era una asignatura seria, seria, quiero decir) antes de enfrentarte a un examen de verdad, empezar las clases de verdad… Por cierto, decir que tanto si quieres seguir cualquier curso, como si te quieres presentar a cualquier examen, te tienes que "registrar" (bueno, primero te tienen que admitir). Es decir, hay que entrar a la página web de la universidad y hacer "click" en un tick para marcar los cursos que vas a seguir durante el cuarto. Si hay algún problema, se va a hablar con Christina Hamsch (la encargada de los Erasmus) y se le dice "¡Oyeeee!... que en mi plan de estudios tenía tal asignatura y ahora no me aparece que esté admitido en ellaaa". Y te admite. Eso si, cuidado porque hay plazos (por ejemplo, lo de registrarse en un curso es durante la primera semana de cada cuarto).

4) Hay un día que el Foreningspardbanken (o algo así) viene a la universidad y, con una fotocopia del pasaporte, te abre una cuenta. Hacedla, sobre todo, los que vayáis a estar todo un año. Es cómodo para pagar la casa por Internet, y además es más barato que hacerlo bajando a correos, al centro. Te cobran comisión allí y por el banco no. En un principio se oía que por pagar por Internet te cobraban 200 coronas al año, pero creo que a mi no me han cobrado nada. De todas formas, incluso con esas 200 coronas saldría más barato que pagar las 45 de comisión que te cobran cada vez que pagas en correos. Eso sí, en correos puedes pagar varios meses de golpe y te cobran lo mismo de comisión. No se muy bien como se hace eso, porque los papeles para hacer eso me los rellenó una de las suecas que te explican la movida cuando llegas (Kristin Åberg, este año, la jefa del Lurc). Ya conté algo del banco hace tiempo.

5) Cuando lleguéis tened en cuenta que no hay nada… ¡¡ni siquiera papel de cagar!! Traeos un rollo, por si acaso no podéis ir a comprar el primer día.

6) El aeropuerto de Lulea se llama Kallax (es como el "Barajas" de Madrid). Está al sur. Ir en taxi desde mi casa hasta allí puede costar unas 250 coronas. Hay buses que salen desde el Karen o desde el Ayuntamiento (entre otros sitios) y que si dices que eres estudiante salen por 35 coronas.

7) Es interesante conseguir bici cuanto antes. El sitio más "legal" y de más confianza es un mercado de segunda mano llamado "Kronan". Lo malo es que cuando llegan los exchange, todos van allí a por bicis, y se acaban. También hay un abuelo en Tuna o por ahí que vende, pero creo que es de menos confianza que lo del Kronan. En el primer post que escribí al llegar conté algo de las bicis (el día 18 de agosto).

8) Adjunto un mapa del pueblo con indicaciones varias (es grande de cojones, ojo. Ocupa casi 1 MB.)

9) Los buses que van de Bjorskatan al centro y viceversa son el 2 y el 3. Luego, en Bjorskatan, también está el 12, que lleva a la universidad y a la Lulea antigua (Gamelstaad, que es patrimonio de la humanidad) pero solo hay 4 al día, a horas muy raras. Nada más llegar te dan una “bolsa de supervivencia” que, entre otras cosas, trae un folleto con los horarios de los buses. Los horarios cambian en invierno, y luego tienes que comprar otros horarios. Este año costaban 5 coronas, y se compraban dentro de los mismos buses. Las paradas más “céntricas” son Shopping y Smedjgatan (que es la calle principal). Las paradas de Bjorskatan son Andreaskyrkan y Bjorskatan Centrum. Normalmente, los que van a Vaderladen se bajan en la primera, y los de Haguelvaguen en la segunda, pero vamos, están cerquísima la una de la otra. Por cierto, que el horario es Tidtabell. En la página web que he puesto al principio de este punto lo podeís incluso descargar en Pdf.


Hala... si tiene cualquier duda, consulte a su farmacéutico. Como no tendrá ni puta idea, después de consultarle, me podeís dejar la duda como comentario o mandarmela al mail que aparece en mi perfil.

lunes, abril 03, 2006

Aventuras en Riga



NOTA:
Os recomiendo que leáis a cachos, porque también este post es largo de cojones (9 hojas en el Word). Por eso lo he dividido en días.



Salida: Día 0 (miércoles, 22 de marzo de 2006)

Curioso el sistema de tren que tienen aquí… resulta que debe haber una o dos líneas en todo el país, de trenes leeeeentos y que hacen cientos de miles de millones de paradas. Además, no se quién contó que, al diseñar la línea, la habían hecho con la idea de potenciar los pueblos más interiores, porque los costeros ya estaban desarrollados… total, que los del interior, de desarrollarse, como que naka, y encima tuvieron que hacer ramales hacia los pueblos costeros. Es muy curioso ver que, en varias ocasiones, el tren llega a una estación y sale marcha atrás, o ver cómo después de tres o cuatro horas de viaje llega a Umeå, que está al lado de Luleå...

NOTA: Mr. Wikipedio apunta sagazmente que eso solamente pasa en el norte, que en el sur tienen una red mejor, y que en el norte "solo hay dos o tres líneas mastodónticas".

Pues eso, nos esperaban 14 horas de viaje hasta Estocolmo porque ese fin de semana no había vuelos libres (habían acabado los exámenes y por lo visto, todo el mundo tuvo la idea de largarse del pueblo). Os podéis imaginar el suplicio… menos mal que también iban en el mismo tren otro grupo de españoles que iba a Goteborg, y algo nos entretuvimos… sin mariconadas, eso si.

Como apunte, dejar esta foto y decir que mira que tenían andén grande en la estación ¿verdad?… pues no, el tren tenía que ir a aparcar a tomar por culo… En fin…


Riga, día 1 (jueves, 23 de marzo de 2006)

Bueno, vamos al tema…

Debería haber titulado este post como“soy un desgraciáo” pero como ya lo dije en algún comentario anterior, pues he preferido titularlo de esta otra manera.

Puede que sea el viaje en el que más pasta me he dejado por minuto. ¡La hostia!

Ya me debería haber empezado a mosquear cuando, al llegar, nos metimos al autobús, que presuntamente costaba 20 céntimos de latt (Aca. latas) es decir, unos 30 céntimos de euro y llega la cobradora (porque, efectivamente, como buenos tercermundistas que son, tienen una cobradora que va recorriendo el bus y te vende los billetes) mira la tocho-maleta del Jaime y dice “40 céntimos” y en lugar de cobrarle a él, ¡¡me lo cobra a mi!! (y encima, a la vuelta, no nos la cobraron) Eso de la cobradora es un gran retraso. Hasta que me cobró los 20 céntimos de más me daba pena verla dando tumbos por el bus (que como hubiese pegado un frenazo se habría dejado allí la dentadura postiza, porque encima era viejecilla) y manejando un puñado de monedas de la hostia, y unos rollos de billetes del copón, atravesando de malas maneras entre la gente y nuestras maletas…

Como el viaje en tren, con Ponce y compañía (los que iban a Goteborg) había sido arduo, largo y cansado (habíamos dormido una mierda) nos fuimos directamente al hostal (Riga Backpackers). La verdad es que está de puta madre (habitación grandísima, baños limpios…), pero eso sí, nos chastearon un poco. En las páginas web que habíamos mirado decía que aceptaban tarjeta… y cuando llegamos, pues resultó que no. Tuvimos que pagar unas 200 latas (300 €) en efectivo por toda la estancia, lo cual es barato, pero nos quedamos sin las latas que habíamos cambiado en el aeropuerto. Ah bueno, os puedo dejar un par de fotos del antes y del después de la habitación (además la dejamos hecha una mierda en cero-coma).

Bueno, pues nada, que como ya era más o menos tarde, decidimos ir a buscar comida y sobre todo… ¡¡bebida!! Nos habían hablado de un whisky llamado “Canadians special noseque” y un ron llamado “Old captain” que bueno… no eran ni Chivas ni Cacique pero eran baratos (unos 6 huracos/botella) y bebibles. Cerca del hostal había un supermercado supertocho llamado Rimi en el que vendían de todo. Lo mejor era que, en la parte de la carne, vendían platos cocinados, muy baratos y que no estaban mal. Bueno, vale… pura grasa y puro cerdo, pero oye… cosas peores nos habremos echado al coleto en los McDonalds.

Pues nada. Cenamos nuestro cochino jabalín y nos empezamos a enchufar. Tras una preparty tranquila, encaminamos nuestros culos a un “night club”: La discoteca "Essential". Allí descubrimos que con el carnet azul de estudiantes suecos nos hacían descuento (¿?)… o igual no, pero nosotros lo enseñábamos y nos sentíamos realizadas como mujer. Bueno, pues hala… p’adentro. Como los que habían estado allí hacía una semana nos habían convencido de que Riga era baratíiiiiiisimo, pues nada… ¡¡a cubatazo limpio!! Nada más entrar, me dice David (aca. Alonso) “Có… ¡Te invito a un cubata!”. Y yo “¡Venga, va, có, que es muy barato…!”. Total, que vamos pa la barra y pedimos con orgullo (y sed) dos cubatazos de ron. Da Alonso la tarjeta y cuando le sacan el recibo para firmar, ¡¡zás!! ¡9 latas! (14 €). ¡¡Mierda puta!! ¿Pero esto no era tercermundista? Encima la discoteca petada que estaba (si tan pobres son, ¿Cómo se podían permitir pagar eso toda esa gente?)… Total, que aparece por allí el Alberto con un cubata y le decimos “Oye, có… ¿pero cuánto te ha costado eso?”. “2 latas y media”. Y nosotros “Pero cóoooo… ¿pero dónde te has comprado eso?” y dice “Arriba”. Pues hala… arriba con una lúbrica mirada en los ojos. Y digo “Va, có… que ahora te invito yo”. La verdad es que me estaba sintiendo un poco mal, porque claro… él había pagado 9 latas… yo iba a pagar 5… pensé “pues si eso le invito a dos… cachis… pobre hombre, que lo han timado….”. Total, que los pido, me traen el recibo de la tarjeta… “13 latas” (20 €urakos). Y yo pensando “¡¡¡Pero cóooooo!!! ¡¡Dentro de media hora me soplan 20 latas por cubata, joer!!”. Así que nos fuimos dispuestos a cascarle a Alberto una paliza, pero nos explicó que él había pedido el cubata de marica, y nosotros uno triple por lo menos. Así es la vida…

Además, pagué unas cuantas cosas con la tarjeta Maestro y otras cuantas con la Visa, y cuando al día siguiente revisé cuánto me había dejado, descubrí con horror que cada vez que había pagado con la Maestro, me habían cobrado un impuesto revolucionario de 2 latas… ¡3 €! ¡¡cágate!!. Eso sí, lo de las 2 latas extra, lo ponía en los recibos en letra microscópica (¡qué hijos de puta!). Bueno, ese día creo que me gasté unos 70 huracos… Eso sí… la discoteca grande grande y llena de gente. Además, creo que fue la primera vez en la que la proporción era de 3 tías buenas 1 tío feo. ¡¡Brutal!!. Y eso que era jueves. A mi me gustó… pero a Alonso no, más que nada porque estuvo a punto de cascarse con media discoteca, incluido un segurata (aparte de con varios nativos, no se bien por qué). Menos mal que el segurata era legal, y que estaba Jaime por allí, que si no me lo matan. Por lo visto, Jaime y él se rayaron y se marcharon, pero Alonso, no se a qué fin, quería volver a entrar, y el segurata no le dejaba si no pagaba otra entrada. Entonces se puso a mentarle a la madre en español, mirándole a los ojos y claro, el tío se rebotó… porque aunque no entendiese ni hostias, el ver a un pavo a dos metros tuyo, mirándote, señalándote, y gritándote algo con mala cara pues… según parece el segurata le enganchó un poco del cuello y aunque Alonso estaba convencido de que a hostias le ganaba (con los superpoderes del borracho) afortunadamente (para él) Jaime convenció al segurata de que bueno, que sí, que estaba hablando de él, pero que no estaba diciendo nada malo, que era un buen pavo y que además estaba muy borracho. Finalmente, el tío se metió hacia la discoteca y no cascó a David. Ya veréis por qué esto me serviría al día siguiente para reafirmarme de que soy un desgraciado.

Bueno, pues eso, que David y Jaime se habían rayado y se habían ido pronto a dormir al hostal (ojo a este detalle), y nosotros nos quedamos por allí, explorando la discoteca. Alberto hizo realidad uno de sus sueños cuando entramos en una sala pequeña, con sillones y tal (más “reservado”) y vimos a un pavo con dos letonas (es de suponer) sentado a una mesa, y Alberto que vio la situación: el tipo con una, la otra sola… (y, según su versión, tras un intenso intercambio de miradas) saltó cual el chimpancé que es por encima de la mesa y se fue directo a la pava solitaria. Como ya viene siendo habitual, ésta le dijo que era lesbiana, le dio las gracias por “rescatarlas”, y se llevó a su amiga (según Alberto, le dijo que “luego se verían”) El desgraciado que se había quedado palote y sin novia lo miró con cara de asesino y cuando, poco después, abandonó la sala, le dio unos golpecitos en el hombro en plan de “Muy bien, chaval… ¡te has lucido!”.

Allí asistimos a lo que Alberto ya califica como “La Terolada”. Resulta que Pablito (apellidado Terol, de ahí lo de Terolada), que llevaba un ciego más que considerable empezó a liarse con una tía (un morena que estaba bastante buena, todo hay que decirlo) pero al poco se rayó y, nadie sabe exactamente por qué, le apartó la cara y pasó de ella, a pesar de los insistentes intentos de la señorita. Eso dio lugar a que al día siguiente tuviese que sufrir comentarios como “Pierdes más aceite que la furgoneta de Locomía” o pasar a ser bautizado como Pablo Zerolo… Y cuando un par de noches después se lió con una joven de 17 años (como cuento más adelante) a la cual yo no vi, pero que, según informaciones maliciosas, llevaba ortodoncia, tuvo que escucharse por parte de Alonso una frase que ya es mítica: “¡¡Cabrón!! ¡El aceite que pierdes tú lo utiliza la cría esa para engrasarse el aparato!”. Luego se pasó todo el viaje mohíno y alicaído porque no se había liado con ella (creemos que es esta). Aaaay… Que bonito es el amor, sobre todo en primavera.

Hacia las 5 o así nos fuimos. No se muy bien cómo volvimos, pero el caso es que llegamos harto somnolientos al hostal (os recuerdo que, a pesar de la parrafada, todavía estamos en el primer día, y que en el tren habíamos dormido una mierda) y al ir a abrir la puerta… ¡¡chan, chaaaan!! ¡Cerrada!. Jaime tuvo la bendita idea de chapar con llave. Comenzamos a llamar educadamente, pero no hubo respuesta. Empezamos a gritar como perras, diciendo “¡¡Hijos de putaaaa…!! ¡¡Os vamos a mataaar!!”. Nada. Empezamos a pegar puñetazos y patadas a la puerta. ¡Nada!. Le pedimos a la que estaba en recepción que por favor, nos dejara usar el Skype para llamar a mi móvil, que estaba en mi mochila, a escasa distancia de la oreja de Alonso. ¡¡¡Nada!!!. Acojonante. Nosotros oíamos el móvil desde fuera, pero ellos… no. De hecho, al día siguiente, unos belgas que dormían en la habitación de al lado nos confesaron que los habíamos despertado (bueno… y según parece, al resto del hotel también, porque un italiano también mentó el incidente) por los porrazos, patadas y gritos que estábamos pegando. Imaginaos como sería que los belgas éstos le hicieron una foto al Alonso porque nos dijeron “Oye… nos gustaría tener una foto del famoso Alonso ese al que llamabais anoche… Es que estamos escribiendo un diario de nuestra estancia en Riga y nos gustaría poner una foto suya”. Bueno, total, que preguntamos si tenían otra llave. No. Preguntamos si tenían habitaciones libres. No. Así que ya nos veíamos durmiendo en el suelo del salón, o en algún sofá… y por supuesto buscando un bate de béisbol para matar a éstos cuando, finalmente, la de recepción se apiadó de nosotros y nos confesó que tenía sitio en el piso de arriba, en una habitación para 14 personas, y allí nos dejó dormir, junto con un inglés raro que hablaba solo. Cuando se despertó abrimos un ojo Pablito y yo, y lo vimos por allí murmurando algo con cara de asesino, como Bender cuando sueña con “Matar humanos. Mataaaar humaaaanos”. Obviamente pensamos que tendríamos que pagar la habitación extra, y que Alonso y Jaime nos iban a invitar a esa ronda de camas, pero sin embargo, al día siguiente, cuando nos despertamos a las dos de la tarde y bajamos a por ellos, la de recepción, que era distinta a la de la noche anterior, nos preguntó que de dónde veníamos. Cuando se le explicamos, y le preguntamos cuánto era, nos dijo que era gratis, pero que la próxima vez tuviésemos cuidado con eso, porque claro, si le venía un grupo y le decía que tenía cuartos, pues se podría encontrar con el marrón de encontrar a tres mardanos durmiendo allí. La verdad es que se portaron de puta madre. También hubo un momento en el que yo no encontraba el móvil (eso fue otro día) y como nadie podía hacer llamadas (excepto yo) la de recepción nos prestó un móvil para llamar. Podíamos haber llamado a España con él, si nos hubiese dado la gana, porque nos lo metimos al cuarto y todo… vamos, que muy bien. Por cierto, que, al día siguiente nos encontraríamos a la pava que nos dejó dormir calientes en la discoteca. Era bastante fea (es la de la derecha) pero tenía alguna amiga que mmm...


Riga, día 2 (viernes, 24 de marzo de 2006)

Después de la movida de encontrarnos la puerta cerrada y tal, como nos levantamos tarde, ya nos pasamos el rato comentando la jugada, vegetando algo más y yendo al Rimi a por comida. No salimos del hostal hasta por la noche. Conseguimos hacer realidad el sueño de "El Ternasco": comernos a su hermana (es que el día anterior habiamos comido cerdo).

Y por la noche ¡a probar otra disco!: “La Rocca”. Muy grande, con mejor ambiente que la Essential, con gogós y todo (Más afotos 1, 2, 3). Timo de las 12:30: Va David, se pilla una birra y me dice “¡Otia, có! ¡Solo cuesta lata y media!”. Claro, comparado con la Essential esa, que valían 4 latas, era un puto chollo. Así que voy todo decidido a la barra y digo "¡¡una birra!!"... os podéis imaginar… después del palo de la noche anterior, la excitación por hacerme con una cerveza a precio razonable era grande. Total, que llega la camarera y me pregunta “¿Carlsberg o blablabla…?”. Y yo “Mmm… pues Carlsberg”. Me la pone… “¡3 latas!”. ¡No os podéis hacer idea de la cara de gilipollas que se me quedó! Alonso me confesó que se había descojonado de mí, viéndome buscarle desde la tarima, con la botella de Carlsberg en la mano y cara de asesino. ¿Cuál era el truco? David me lo explicó. Había una barra “especial”, fuera de lo que era la zona de baile en la que vendían unas cervezas edición exclusiva para la disco (más malas que arrancadas, pero mira... servían para enchufarse) y que eran las baratas. Además de las cervezas esas, también vendían de esas botellitas de Smirnoff con limón, que tienen solo 5º, pero que, la verdad, era mejor que la cerveza esa.

Decir también que, como ya he explicado, había una tarima, bastante alta, delimitada por una barandilla para que la gente bailase, obviamente, dentro del recinto definido por la susodicha baranda. Bueno, pues en un determinado momento a mi se me piró la pinza, me salí por fuera y me puse a bailar (o algo) como orangután epiléptico, agarrado a la tal barandilla, con una sola mano, agachándome, subiendo otra vez… hasta que un segurata me dio unos toquecitos en el hombro en plan de “Venga, chaval… ya pasó, ya”. Y en ese momento me pasó una cosa curiosa: me entró el raciocinio y me di cuenta de que el hombre tenía toda la razón del mundo, porque macho… si me llego a caer de allí, me hubiese dejado las rodillas como poco, así que entré obedientemente al redil.

Y ahora viene el por qué soy un desgraciao: Resulta que tenía sed de agua, y vi allí al lado de donde estaba el baño de señoras. ¡Ah, perdón! Antes decir que ese baño de señoras tenía unas puertas como de Saloon del Oeste, y Jaime había entrado en plan Clint Easwood, pegándole un empujón a las puertas, todo chulo, y cuando vio que estaba lleno de letonas que le miraban descojonadas, dijo “Mmmm… aquí pasa algo raro”, se percató de lo que pasaba y salió. Bueno, pues eso, que a él no le dijeron nada. Sin embargo, yo, que estaba medio enchufao, y sin ganas de ir al baño de tíos (joer… lo menos estaba a 10 metros, ¿qué queréis?) pues me metí para dentro. Fui respetuoso (creo). No dije nada a nadie. Simplemente me dirigí a un lavabo y bebí un poco de agua. Pues al salir me enganchó un tochenko ex-soviético (o segurata) y en volandas (normal… con mi masa corporal…) me echó a la puta calle. Bueno… al menos me dejó coger mi abrigo del guardarropa. La verdad es que me jodió, porque le estaba preguntando “But… what happens? What have I done??”. Y no me respondió. ¡Coño!, yo estaba borracho, pero tampoco tanto… Además, no me parece que equivocarse de baño sea una ofensa tan grande. No se si me echó por entrar al baño de tías o por beber agua del grifo. Quizá fuese por esto último pero es que ¡hostias! acostumbrado a Suecia, donde tienes agua gratis por todos los lados, me jodía tener que pagar por un puto trago de agua del grifo. Y allí estaba yo… en la puerta, todavía con marcha en el cuerpo pero más solo que la una. ¿Qué hice?. ¿Pedir que por favor me dejasen entrar un momentico para hablar con mis amigos?. No. Eso sería lo lógico. Allí conocí a un grupo de gente, les expliqué la situación y me dijeron “Si, es que estos seguratas son unos capullos y tal…”. Me dijeron que iban a la Essential… ¡y me apegué a ellos!. Me metí en el taxi con una pava más fea que un dolor, que me clavaba las uñas en el brazo (¿¿para darme placer??)y ¡hala!. ¡otra vez a la Essential!. Allí la pava fea empezó a hacer cosas raras, como ponerme el culo en la minga y empezar a refrotarse por el suelo, además de con todos los pavos que se le cruzaban por delante. Había un español allí que me preguntó que qué hacía por allí y tal (lo típico), y me preguntó algo así como “¿Estás con esta pava?”y yo “No, no… Dios me libre… Si te la quieres hacer…” Así que bueno, cansado ya de la golfa esa, dije “¡Pos me voy!”. Me acerqué a ella a decirle que me iba de allí, y estaba hablando con otro que se me puso un poco chulito en plan de “Que es mía, que es mía” y yo “Joer… que solo quiero decirla que me voy”. Me dijo algo así como “Déjanos en paz” y yo le di una educada respuesta: “¿Y si no quiero?”. Pero nada, afortunadamente todo quedó en agua de… borrajax. Me estuve un rato yo solo en una sala de barro (maquineta) con una pantalla grande de la hostia (en la que proyectaban unos dibujos que yendo fumado tienen que ser una fiesta del copón) y mirando a mi alrededor, intentando localizar a más marginados como yo, a ver si yo iba a ser un bicho raro o qué, y no, todos estaban por allí a su bola, así que allí me quedé, feliz, durante media hora más. Decir en mi defensa que mandé un mensaje de móvil a Alonso y a Saz, pero ninguno llevaba su teléfono encima.

Al salir, cogí un taxi… le digo la dirección y tal… y cuando quedaba poco para el hostal, llegó a un punto en el que había como varios coches cruzados y no podría pasar, así que, cosa muy inteligente, le digo “¡¡Naaa…!! No se preocupe: déjeme aquí que yo ya se llegar” (léase esto con voz de borracho). Total, que bajo, miro a mí alrededor… y me digo “Y... ¿dónde coño estoy?”. Ni idea. Pues nada, me dirigí a una pareja (ella debía tener 20 años y él 60, así que era puta fijo) y les pregunté. No lo sabían y encima, mientras estaba hablando con ellos pasó una quitanieves de ésas que echan toda la mierda hacia los lados (léase acera)… y me llenó de barro frío y mugroso pantalones y zapatos. ¡Hala! ¡Jódete! Pues nada, esta pareja me llamó a un taxi que apareció en seguida, con una taxista bastante zumbada (ya veréis por qué, que nos la volvimos a encontrar otro día…) me lleva al hostal, le doy 10 latas… y ya. Me quedo así, le digo “Ehm… ¿y las vueltas?” y me da una tarjeta de su taxi. Lo único que pude hacer es sonreír y decir: “Eres muy grande”. Y me bajé. Una pena porque yo estaba todo orgulloso de haber llegado con mis 10 laticas a casa, diciendo ¡¡yuhuu!!. No me lo he gastado todo. Pues mira… pues si.

Mientras tanto, en otro lugar de Riga… Alonso se lió con una morena con minifalda que le subía la falda y se refrotaba con su erecta minga y, a pesar de que Jaime ni se acuerda ni lo admite, estuvo bailando sensualmente con la amiga, pero menos rato que Alonso…


Riga, día 3 (sábado, 25 de marzo de 2006)

Ese día hicimos algo de turismo. Se que no os interesa mucho, porque lo único que queréis es carnaza nocturna, pero oye… os jodéis. Había tenido que aguantar a Saz (Alberto) taladrándome diciendo “¿Pero túuuUUuu, no eras el que hacías tanto turismo? ¿El que decía que necesitaba varios días para ver una ciudad bien?”. Joder, Alberto, yo quiero hacer turismo, pero si cada noche nos cogemos una moña y volvemos a las 7, pues normal que no tenga el chichi pa farolillos.

Decir que en la oficina de turismo nos demostraron la amabilidad de ese pueblo : Entramos y decimos "Ehm... que queríamos hacer turismo". La pava que estaba tras el mostrador nos miró como diciendo "¡Ah!... Pues muy bien me parece". Y nosotros "Ehm... estoooo... ¿no tendrá por ahí un mapa?". Y sí. Nos dió un cochino mapa. Y punto. Así que nos largamos de allí.

La ciudad no tiene mucho que ver. Tiene el centro histórico, que es muy pequeño, y luego algún edificio exsoviético. También decía en no se dónde que tiene mucho edificio art-decó… Así lo más reseñable:


Hacía un frío de cojones ese día, y encima me dejé los guantes… En lo que yo creía que era un alarde de modales, Alberto me prestó los suyos… hasta que acabó de hacer la puta foto que quería hacer (y que para eso se los había quitado). Bueno, él está muy quejoso con este párrafo, porque sostiene que "me los dejó un rato" pero bueno... Es justo y necesario decir que solamente él único que me los dejó, aunque fuese poco.

Tras un cafecillo nos bajamos al Rimi, a comprar algo de cena y luego al hotel, a prepartyearlo.

Esa noche fuimos a la Fashion. Pos mueno… una discoteca más… Decir que Alberto se lió con un bicho que… joooodo. Resulta que David y Jaime se rayaron y se fueron a La Rocca, porque decían que la discoteca esa no les gustaba (a mi sí… aunque claro, si me dejas con alcohol y mujeres para alegrar la vista, soy feliz, aunque sea en “el peor retrete de Escocia”) y Alberto desapareció también. Estábamos allí Pablo y yo preguntándonos dónde cojones se habría metido, o si se habría ido con éstos a la Rocca, aunque bueno… tampoco nos lo preguntamos mucho porque había unas gogós en ropa interior, medio bailando, medio haciendo desfile de Victoria’s secret que quitaban el hipo… y la preocupación por Saz. Total, que a la hora o así lo vemos que aparece y que se empieza a liar… ¡¡con un bichoo!!. Madreeee… Así que Pablo dice “Oye… alguien debería decirle que es gorda y fea” y yo “Pues sí… voy p’allá”. Total que se lo digo al oído y me dice, con violentos aspavientos y movimientos de brazo, que le da igual. Luego nos confesó que es que todo ese rato que había estado desaparecido es porque se la estaba comiendo. La tía le había pegado un empujón a un sofá (causándole un chichón al golpearle la cabeza con la pared que había atrás) y había empezado a darle al tema. Como él comentó al día siguiente, causando la hilaridad del grupo: “la pava esa le podía… era más fuerte que él”.

Yo hice amistad (nada más, marranos) con lo que podía ser mi abuela… una persona que como decía Saz, “hombre… nadie niega que en su juventud, allá por el Jurásico, entre dinosaurios y tal, estuviese bien… pero jooodo”.

Y el timo de la noche: Yo había estado bebiendo cervezas y vasos de agua, a un precio relativamente razonable (el agua, 80 céntimos de lata) total, que con mi último billetico de 5 latas en la cartera, pido un agua (solamente) y el pavo me pone un botellín, en lugar de un vaso, como hasta el momento, y me dice algo como de que se ha equivocado, y que si quiero me lo cambia y no sé que más. Yo le digo que no, que no me importa… vale “5 latas” y yo “¡¡coooo!! ¿5 latas por esto?” y me dice “ya te había avisado” y yo pensé “pues sí… el hombre tiene razón”. Y ahí solté las latas. No debería haber pagado, lo sé, pero todo esto que me pasa hay que verlo desde la perspectiva del borracho… ¿qué queréis?

Alonso y Jaime seguían en la Rocca. David se enamoró de una golfa refrotosa (otra) a la que parece que le metió mano en un garaje, y que según versiones estaba… ehm… rellenita. Unos nativos le invitaron a unos chupitos (seguro que le estaban mirando el riñón con ojos lascivos), y no se qué más, porque yo no estaba allí.


Riga, día 4 (domingo, 26 de marzo de 2006)

Durante el día, decir que fue el día que mejor dormí… algo así como hasta las 5, no como Pablo y Alberto. Habían conocido el viernes, en la Rocca a un par de chavalas (1 y 2) que no debían ni haber reglado aún (bueno... 17 años, dice que tenían) y habían quedado este día con ellas “solo a charlar”, pero ellas no acudieron a su cita matinal. Seguramente no les dejarían sus papás… ¿Ves Saz?. Tanto que te metías con la vieja de la Fashion… a esa no la dejarían salir sus hijos, o como mucho, los guardas del asilo… pero no sus papás, que es más denigrante… bueno, o no. Decir en defensa de Alberto y Pablo que justo esta noche había sido el cambio de hora y que entonces igual hubo ahí un “missunderstanding” de esos… o lo que es más probable, que las chorbas pensasen que iban con aviesas intenciones y pasasen del tema. Desafortunadamente, Saz aprovechó esa cochina hora para hacer algo de turismo de mierda, y tuve que volver a soportar el mucho turismo que había hecho él, y el poco que había hecho yo. Encima el poco turismo que hicieron los llevó a una calle en la que intentaron entrar y alguien les dijo en español “peligrosssa” y salieron cagando leches, obviamente, pero él seguía orgulloso de lo turista que es. Cierto es (cedo ante las presiones) que vieron la embajada de Francia (¡¡Baaarbbwaraaa!!), una parte de la zona ex-soviética que nosotros no vimos... pero yo sigo insistiendo que en una hora o poco más no se puede ver mucho.

Tras zascarnos unas pizzas que muy previsoramente habíamos comprado el día anterior en el Rimi (en el hostel había microondas y todo, para calentarlas), nos fuimos a dar una vuelta. La idea era buscar un garito tranquilo, cerca del hostal para echar unas cervecitas "with the calm", pero no encontramos ninguno. Alguien había preguntado en La Rocca que si abrían el domingo, y le habían dicho que sí. Como no encontrábamos más que putis (y yo a un puti, pues como que no…) decidimos coger un taxi e ir a La Rocca. Le dijimos a un taxista que cuánto nos cobraba… 10 latas. Saz creo que soltó uno de sus míticos “¡¡Y una pooooollaaaa!!” y al final nos lo dejó en 5. Volvimos a preguntar al taxista que si estaba abierta. Y dijo que sí, que sí. Llegamos: ¡Cerrada!. Lo único abierto, un puti que hay al lado llamado Studio 69 o algo así. Pues hala… vuelta al centro (la Rocca está más bien lejos) andando. Yo pensé morir con mi vejiga a punto de estallar, y tuve que mear en un parque. Estaba acojonado, porque a alguno del viaje anterior le había pillado la poli meando y querían cobrarle algo así como 100 euros, o no se qué burrada. Al final, tras una negociación con el policía quedó en 10 pero que vamos, que yo tenía los huevines por corbata.

Justo debajo de la casa del gato negro había un pub (seguro y de alto standing... por el segurata lo digo) que solo cerraba de 7 a 8 de la mañana, con cervezas a 1’5 latas el medio litro (o sea, que bien) y cubatas a 3 latas… y ahí estuvimos hasta que nos echaron a las 7. Esta fue la noche de Jaime. Mira que siempre me meto con él porque lo he llegado a ver dormido sentado en la tarima del Koren… pero no se si es que se había echado un par de chupitos de un presunto ron que sabía a piruleta… pero que era veneno (parafraseando a La Hora Chanante) que había comprado Saz el día anterior, y yo para mí que eso llevaba alucinógenos o algo, porque estaba eufórico perdido, y yo deshuevadísimo. Hubo un momento en el que dijo “No se si pillarme un whisky o no, porque ahora estoy bien, y a lo mejor eso me apalanca” y o “No, no… No te lo eches, no vaya a ser que te duermas, que me lo estoy pasando pipa”. Era en plan de “¡¡Diviérteme!!”. Nos llevábamos mucho cachondeo con que en cuanto conoce a alguien lo primero que le pregunta es “Oye… ¿tú crees que los españoles hablamos muy rápido?” y en una mesa de al lado había dos pibas (bastante monas, ellas, aunque un poco entradas en años) a las que Saz había comenzado a decirles monerías, echarlas un par de fotos… y le dije “Si te acercas a esas tías y les dices lo de que hablamos muy rápido, te invito a un Chivas”. ¡Y lo hizo! Bien a gusto que pagué yo el Chivas ese… las risas que me pude echar. Hacia las dos o así entraron un par de golfas (profesionales) que nos llamaron y dijeron que el bar éste lo iban a cerrar en media hora (mentira vil) y que si nos íbamos con ellas a un club de striptease. No les hicimos caso. Saz y Pablo se retiraron pronto, y nos quedamos los buenos. Conocimos a un par de alemanes (aquí uno) uno de los cuales estaba presuntamente casado con una finlandesa, pero que parecían un poco bujarroncillos. Jaime sufrió una contracción anal cuando el casado le dijoTodos tenemos una parte homosexual… la gente dice que con más de un 20% eres bisexual” y claro Jaime, que había oído lo mismo pero con un porcentaje del 3%, pues cerró el ano (u ojete) inmediatamente.

Al salir, tres pibas (una para cada uno… jeje) que aún dudamos de si eran putas o no (porque llevaban toda la noche en el bar, así que igual muy putas no eran) empezaron a decirnos que querían rabo… poco más o menos. De hecho, a David, la que mejor estaba le empezaba a tocar el culo y a decir lo que mucho que le gustaba. Al salir hicieron un espectáculo erótico festivo refrotándose con una señal de tráfico. Eso más o menos nos llevó a pensar que hombre… putas no serían pero por lo menos bailarinas de striptease pues igual sí.

Y aquí fue donde nos volvimos a encontrar a la taxista jashonda que me timó 10 latas. Empezamos a negociar Jaime y yo con ella. De hecho, cuando le dijimos que “éramos 3” (para ir en el taxi) ella respondió, vaciletas, “y yo una”. Nos quería cobrar 10 latas por llevarnos al hotel (vaya… parecía tarifa estándar). Al final, le dijimos que 5 y a berrido limpio empezó “¡¡Ok, ok!! ¡But shut up!”. Total, que en éstas estábamos cuando salió del bar Alonso (con su cámara) y se le acercó a la ventanilla, a preguntarle no se qué. Total, que de pronto la pava, ante el estupor de Alonso, le pega un tirón a la cámara, y le empieza a decir “Dámela, dámela”. Alonso metió la mano por la ventanilla y la tipa le mordió, pero en seguida lo soltó, y empezó a escupir al suelo, diciendo “Puaf, puaf… ¡sabe a culo!... ¡Marrano!”. Luego le dio una toallita para que se limpiase la mano, y también “el culito, para que no le oliese mal”. A mi me empezó a refrotar el pelo (vamos, que al final, también me acabó dando una paliza, como al Alonso). Así que como el huracán ése de mujer nos entretuvo tanto, le acabé dando (yo, personalmente) 5 latas más. Decía que “le encantaba el dinero; que quería mucho para comprarse diamantes”. De hecho, le preguntamos si nos podíamos hacer una foto con ella y dijo que "20 latas", así que nada. Esto es lo único que pudimos conseguir.

Y bueno… eso es prácticamente todo porque al día siguiente lo único que hicimos fué coger el vuelo (ya vale, ¿no?, que esto es la primera línea de la novena hoja) e intentar dormir un poquillo. Un último apunte: Los letones estos parece que te quieren cascar siempre. Los suecos dicen de sí mismos que tienen miedo de la gente, y se les nota, pero estos letones parece que te quieren dar de hostias todo el rato, o quitarte un riñón, o algo (menos alguna rara excepción, que confirma la regla). ¡Ah!. Y que las letonas... mu rico tó. La de recepción (Tanja para los amigos) la hermana de la de recepción y la otra que trabaja en la recepción por las noches (foto), una morenaza que había en la fashion y que parecía salida de cualquier catálogo de modas... ¡¡buffff!!

¡Ah!. Y aunque ya no tenga nada que ver con la estancia en Riga: he visto que Marta ha dejado un post con información que puede ser muy útil para la gente que se pregunte cómo funciona esto de Luleå, qué hacer, información sobre las discotecas (ehm... la discoteca), sobre el pueblo y la vida en general...