martes, mayo 23, 2006

Asueto "fumé"

¡¡Aaaay... !! Cómo se nota que tengo que hacer prácticas… Dos post en dos días… Joer… Lo que hace el no querer ponerse a currar…

Ayer dije que había agobio… Hombre, pues sí, pero no todo iba a ser trabajo ¿no? Tras aproximadamente una hora de curro (duro, eso si) mano a mano con el Alonso (tenemos organizada en mi habitación la biblioteca de Económicas, poco menos) en la que aproveché para actualizar el blog, una jauría vino al asalto de mi casa (aunque solo Jorge consiguió entrar, porque después cerré la puerta de la galería, cual óvulo fecundado a los espermatozoides perdedores) para decir que hiciésemos el puto favor de salir de nuestro cubículo y acudir a una versión alternativa de las tortilladas (o jornadas del rencor) que se estaba fraguando, uséase: a una barbacoa que estaban preparando en medio de la calle (delante de casa de Viti, que es la base de operaciones para el 90% de preparties, posparties, juergas y demás momentos de ocio, esparcimiento, lujuria y diversión). ¡Así le va! (bujeros, roturas de cristales…)

Creo que ya expliqué lo que eran las tortilladas/jornadas del rencor, pero para los que no sepáis (o para que los que lo sepáis os tengáis que joder, leyendo esto otra vez) consiste en que un lunes de de cada dos nos juntábamos en casa de Paco, aportando cada uno una tortillita de patata y después de comernoslas, empezar a sacar los trapos sucios (marujeos varios) de cada uno. Bueno… aportábamos tortilla hasta que se nos inflaron las pelotas, y empezamos a cocinar cosas alternativas, porque después de una sesión de tortillada "100% tortillada" yo estaba una semana en la que solo pensar en “huevo” o “patata” me revolvía las tripas (incluyendo el pensar en las versiones sexuales de ambas palabras). ¡Pobre hígado mío!… me da una pena… Después de tener que filtrar (u metabolizar) todo el alcohol del fin de semana, le pegaba una sobredosis de colesterol el lunes que pa qué… ¡Pobre muchacho! Debe estar cagándose en mis muertos…

Bueno, yo como había estado trabajando, y ni había puesto dinero para la pitanza, ni había comprado ni nada, lo único que hice fue comerle la salchicha al Guillaume, un francés (el Guillaume) majete que anda por ahí copulando con una Española… bueno, española, española… pssss… la pobre es de Don Benito, así que no se yo… jejeje. ¡Que es broma, Teresa!, pero bueno… estuvo bien para darse un voltio y expandir un rato cuerpo y mente (hombre, creo que los que estuvieron zampando n--> hamburguesas expandieron el cuerpo bastante más que yo, pero bueno…)

¡Hala!, para que veáis la dura vida que llevamos aquí, os dejo unas fotos de la parrillada de ayer:

  • Viti, entre volviendo a sus orígenes, entre buscando nueva casa.
  • Cuando todo el mundo estaba ya con carne picada y trozos de perrito caliente saliéndoles por las orejas, solo el Bomba resistía, profiriendo gritos de "¡¡Sólo puede quedar uno!!". No se si se refería a él mismo o a que no estaba dispuesto a dejar más de un perrito caliente vivo. Supongo que sería lo primero, porque no creo que estuviese dispuesto a dejar ni una sola traza de comida fuera de su estómago.
  • Mi momento fashion, con las gafas de Reichel... Oye, pues no quedaban tan mal.... ¿no?. Ehm... Bueno, venga... mejor no respondáis a esta pregunta.
  • Al final, Jorge se consiguió llevar a Marta a la cama (foto)
  • La materia prima para la barbacoa consistió, entre otras cosas, en frutos que nos otorgan la tierra y los árboles.
  • Cómo la comemos mientras continuamos con el capazo.
  • Gente y más gente (la segunda foto es más interesante: son chicas).
  • El savoir-faire de los gentlemen.

Y como ya sospechaba Pablito (véase comentario en el post anterior) los dos temas de conversación más extendidos eran:

  1. Los putos mosquitos que nos atacaban sin un atisbo de clemencia. Joder… como se nota que los suecos estos se comieron toda la radiación de Chernobil… ¡Menudos bicharracos! Han mutado, los hijoputas. Más que mosquitos parecen helicópteros Apache. Si es que cuando te pican sientes cuando te meten el aguijón, como si de una inyección se tratara. Paco pilló uno al vuelo, y al mirarlo dijo ¡¡Jodeeer!! ¡Si es que esto pía y todo! Pues sí. ¡Ya sabéis, futuros borrachos polares que leéis esto!: Traeos una caja de Autanes tamaño familiar.

  2. La falta de noche. Las fotos que veis estarán echadas aproximadamente a las 23:30 o así, y parece que son las 9 de la noche de España. Eso rompe los esquemas mogollón. De hecho, a las 12, como yo vi el atardecer, me dije… “Voy a llamar a mis padres…”. Y ¡coño! Menos mal que me dio por mirar la hora, porque si no, los levanto en el séptimo sueño. Es muy raro, porque en invierno si que había algo de luz (no era todo oscuridad total); unas dos horas, pero ahora ya no hay oscuridad. Ya lo ha comentado Víctor en otro post, y es que estamos todos por ahí más desubicaos que un chupete en el culo. ¡¡Dios salve a los antifaces de putilla!!

PD:
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Hoy llueve. Huele a tierra mojada y cesped. Huele a verano. Toda la hierba está verde. Hace calorcillo y en los árboles, día tras día, se aprecian nuevos brotes nacientes que harán que dentro de poco, los que habían sido durante meses inertes amasijos de ramas, se transformen en frondosos proveedores de sombra. ¡Esto se acaba!. Mientras la naturaleza se incendia de vida, dispuesta a iniciar un nuevo ciclo, el nuestro se apaga irremisiblemente.
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¿Hierba?. ¡¡¡Todos a fumárnosla, ostias ya…!!!

1 comentario:

.: Héctor "El borrajudo" :. dijo...

Joeee... Pero si en inglés no puedo rimar...