He llegado a la conclusión de que lo único que puedo hacer es asumir mi condición de borrachuzo degenerado y punto.
Ayer, otra vez. Otra vez moña (bueno, y el jueves anterior, pero de eso no dije nada). A las 7 aparecía por casa. Y lo malo es que los viernes tengo clase de la única asignatura que me queda. Manda cojones, que la única puta asignatura que tengo que hacer este curso, tiene las clases los viernes de 12 a 14. Por contra, he descubierto que tampoco está tan mal esto de dormir 4 horas (de ahí el título del post). Hombre... tengo los ojos que parecen el culo de un mandril gay (todavía más enrojecido que de normal), dolor de tarro, mareos y malestar general, pero aquí estoy, cós, en el CPS, al pié del cañón, dándolo todo.... bueno, casi todo, que (todavía) no he echado la papa. Hombre, también decir que estoy aquí para huir del chorreo que se avecinaba en casa. Si hubiese comido ahí, fijo que hubiese habido sermón (porque recuerdo que eso de que salga los jueves lo llevan muy malamente en casa) así que he salido cobardemente por patas.
Ayer quedé con Diego, un pavo que ya es Ingeniero Técnico Informático de La Almunia. Lo conozco desde hace mucho porque también es asiduo de Jaca. Quedamos para celebrar su título y ya se jodió el invento. Se suponía que me iba a volver pronto a casa (como siempre) pero ¡já!.
Primero fuimos a cenar un bocata de esos finolis (vamos, que no era de chorizo ni calamaka). Luego, al Gallagher, un pub inglés (regentado por ingleses) en los que hacen sesiones de trivial. Cada uno que juega paga un €uro. Uno de los camareros, o dueños, o lo que mierdas sea, hace preguntas, y tú (o tu grupo si actúas en manada) apuntas las respuestas en un papel. Luego el interfecto dueño recoge los papeles y se reparte lo recaudado entre los tres primeros grupos. Nosotros quedamos segundos. Éramos 6 y el premio nos dio para recaudar 1 € por cabeza (el reintegro, vamos) y aún nos sobró para una pinta comunal que nos chupamos como cuando los marranos de los curas se van rulando el cáliz ese. Sabes, ¿no? Cuando están mogollón y se van pasando el cáliz. Luego fijo que la gente que asiste a la iglesia a ver esas cochinadas se escandaliza cuando los jóvenes se pasan la litrona de botellón... ¡¡Aaaay!!. Cuánta hipocresía... Bueno, có, que se me va. Luego fuimos a La Tierra. Ahí nos juntamos con Toñín, Pablo (el drunkel) y Saz. Estuvimos un rato y luego, a la De Luxe. Ya viene siendo habitual que cuando entro a ese antro me pregunte a mi mismamente “Pero co... ¿ánde está la peña?” Porque Toñín y El Borracho habían desaparecido... Pero bueno... Al rato se fué Saz, y nada... Ahí hasta que nos echaron y a casa. Cuatro horas de dormición y... ¡a la puta universidad!. Técnicamente, solo me queda media clase de sufrimiento. Es que es una asignatura que tienes que ir a clase tres veces como mínimo (y firmar). Yo he ido ya dos y media. Esa “media” es porque soy imbécil. Un día entré en el descanso entre clase y clase y el profesor dijo que “Me pusiera en la hoja de firmas que había acudido solo a media clase” Y yo que soy subnormal, pues puse que solo había ido a media clase... ¡La tenía que haber puesto entera, joer! Como que se hubiese enterado... Pero en fin... El que vale, vale. La asignatura es rara de cojones. Va de historia y tal (que si los romanos, que si los cristianos, que si los chinacas...) pero luego la evaluación se hace con un trabajo que puede ser de lo que te salga de la punta del nabo (desde el rayo láser, hasta los Templarios) Es decir, que las clases tienen relación con el método de evaluación pues como que... ceromil. Por eso, en cuanto cumpla mis tres clases obligatorias, va a ir por ahí Rita la Cantadora. De hecho, hoy ya ha habido un bajón de asistencia del copón, porque la gente ha debido cumplir ya sus asistencias obligatorias y no aparece ni de flay (cosa que, reitero, haré yo en cuanto pueda). Es que joer... uno tiene vida social... ¡el jueves es parte del fin de semana, y punto!.
Hala, ya vale... me voy a poner un par de horas en estado vegetativo...
Ayer, otra vez. Otra vez moña (bueno, y el jueves anterior, pero de eso no dije nada). A las 7 aparecía por casa. Y lo malo es que los viernes tengo clase de la única asignatura que me queda. Manda cojones, que la única puta asignatura que tengo que hacer este curso, tiene las clases los viernes de 12 a 14. Por contra, he descubierto que tampoco está tan mal esto de dormir 4 horas (de ahí el título del post). Hombre... tengo los ojos que parecen el culo de un mandril gay (todavía más enrojecido que de normal), dolor de tarro, mareos y malestar general, pero aquí estoy, cós, en el CPS, al pié del cañón, dándolo todo.... bueno, casi todo, que (todavía) no he echado la papa. Hombre, también decir que estoy aquí para huir del chorreo que se avecinaba en casa. Si hubiese comido ahí, fijo que hubiese habido sermón (porque recuerdo que eso de que salga los jueves lo llevan muy malamente en casa) así que he salido cobardemente por patas.
Ayer quedé con Diego, un pavo que ya es Ingeniero Técnico Informático de La Almunia. Lo conozco desde hace mucho porque también es asiduo de Jaca. Quedamos para celebrar su título y ya se jodió el invento. Se suponía que me iba a volver pronto a casa (como siempre) pero ¡já!.
Primero fuimos a cenar un bocata de esos finolis (vamos, que no era de chorizo ni calamaka). Luego, al Gallagher, un pub inglés (regentado por ingleses) en los que hacen sesiones de trivial. Cada uno que juega paga un €uro. Uno de los camareros, o dueños, o lo que mierdas sea, hace preguntas, y tú (o tu grupo si actúas en manada) apuntas las respuestas en un papel. Luego el interfecto dueño recoge los papeles y se reparte lo recaudado entre los tres primeros grupos. Nosotros quedamos segundos. Éramos 6 y el premio nos dio para recaudar 1 € por cabeza (el reintegro, vamos) y aún nos sobró para una pinta comunal que nos chupamos como cuando los marranos de los curas se van rulando el cáliz ese. Sabes, ¿no? Cuando están mogollón y se van pasando el cáliz. Luego fijo que la gente que asiste a la iglesia a ver esas cochinadas se escandaliza cuando los jóvenes se pasan la litrona de botellón... ¡¡Aaaay!!. Cuánta hipocresía... Bueno, có, que se me va. Luego fuimos a La Tierra. Ahí nos juntamos con Toñín, Pablo (el drunkel) y Saz. Estuvimos un rato y luego, a la De Luxe. Ya viene siendo habitual que cuando entro a ese antro me pregunte a mi mismamente “Pero co... ¿ánde está la peña?” Porque Toñín y El Borracho habían desaparecido... Pero bueno... Al rato se fué Saz, y nada... Ahí hasta que nos echaron y a casa. Cuatro horas de dormición y... ¡a la puta universidad!. Técnicamente, solo me queda media clase de sufrimiento. Es que es una asignatura que tienes que ir a clase tres veces como mínimo (y firmar). Yo he ido ya dos y media. Esa “media” es porque soy imbécil. Un día entré en el descanso entre clase y clase y el profesor dijo que “Me pusiera en la hoja de firmas que había acudido solo a media clase” Y yo que soy subnormal, pues puse que solo había ido a media clase... ¡La tenía que haber puesto entera, joer! Como que se hubiese enterado... Pero en fin... El que vale, vale. La asignatura es rara de cojones. Va de historia y tal (que si los romanos, que si los cristianos, que si los chinacas...) pero luego la evaluación se hace con un trabajo que puede ser de lo que te salga de la punta del nabo (desde el rayo láser, hasta los Templarios) Es decir, que las clases tienen relación con el método de evaluación pues como que... ceromil. Por eso, en cuanto cumpla mis tres clases obligatorias, va a ir por ahí Rita la Cantadora. De hecho, hoy ya ha habido un bajón de asistencia del copón, porque la gente ha debido cumplir ya sus asistencias obligatorias y no aparece ni de flay (cosa que, reitero, haré yo en cuanto pueda). Es que joer... uno tiene vida social... ¡el jueves es parte del fin de semana, y punto!.
Hala, ya vale... me voy a poner un par de horas en estado vegetativo...