lunes, diciembre 24, 2007

Puente de la Constitución 2007

La cruda realidad es que en lo que aparece sobre estas líneas fue en lo que invertimos el 90% del tiempo


Pues nada… Para que luego no digan que no salen en el blog, ahí va uno con mi sector de amigos del Instituto como protagonistas.

Esto es de este pasado puente de la Inmaculada y de la Constitución (6 al 9 de diciembre), que nos fuimos a una casa brutal, en Beceite (Teruel, cuenca del Matarraña).

Básicamente nos fuimos a comer y a beber, pero también tuvimos que dar algún que otro paseo (para hacer gana de comer otra vez, básicamente) y de ellos van unas fotillos...


Días 6 y 9/12/2007: Beceite.

Como todo el mundo que haya viajado sabe, poco se puede hacer los días de llegada y de partida (aunque llegar desde Zaragoza solo cueste 1:30 horas), así que nos dedicamos a dar alguna vuelta por el pueblecillo, que es pequeño pero majete, especialmente en la parte del río.


Matarraña y antigua almazara Detalle de la almazara (mola ¿que no?)IglesietaEl Matarraña
Ojete (de puente)
La iglesia buena (pa los turistas)
La puerta de la iglesia buena
Un campo que me pareció chulo
Manolo... t'has pasao subiendo la suspensión
Con algo habrá que pasar el ternasco ¿u qué?
Otra vez la almazara chula
¡¿Ande está la comida?!
Abrevadero
Paisaje (sí, así... sin más)
Beceite
Más Matarraña



Dia 7/12/2007: Nacimiento del Matarraña.

Tras una noche en sábanas gayer que te pasas (tan gayers que cuando me desperté y me topé con esto no me asustó… demasiado) y con una resaca bastante considerable (al menos por mi parte, como demuestran las ojeras que luzco en las fotos) agarramos los coches y nos fuimos a buscar el nacimiento del Matarraña, el cual no nos costó demasiado encontrar porque está aproximadamente a 10 minutos del pueblo… Lo malo de la resaca era que afectaba notablemente mi estabilidad y hubo algún momento de tensión patrocinado por Calle 13 al subirme a los tabloncillos esos que aparecen en las fotos o al rebotar por los piedros…

¡Pero ¿dónde está el río?!Buscando pinturas rupestres¿Pinturas? rupestresQue bonico el río
¡Ay que peligro más grande!
¡¡Agüelooo!! ¿¡Has visto el Inistón!? ¡Que tengo obstrucción nasal! ¡Va a ser catarro!
El sirenito de penhague
La política (y los gamberros) están por todas partes
Vértigo... sufrimiento...
¡Ay mi lumbago!
¿Que hace el mono ese tapando una foto tan maja?
Otro monicaco del Matarraña más
¡Juer! ¡Aquí el Matarraña se ha quedado en ná!
¡¡Maaa' que chochera!!
Otro coñón cañón.
Floripondios acuáticos
¡Que se note que estamos en Navidad, ostia!¿!Paha pué' maño¡?Puente precarioAireando los aires



Dia 8/12/2007: Valderrobles.

Es un pueblo bastante mayor que Beceite. Así interesante tiene un castillo del siglo XIV que, como se puede ver en las fotos, todavía no está acabado :D y la plaza del ayuntamiento, bastante maja toda ella.


Saeteras para incordiar al 'nemigo
Ay, Rapunzel, RapunzelVentanos¡'Amos, equipo!
Ventano gotico (pues no sé por qué dicen que está "gotico" sí hasta tiene el gristal)Desde el castillo (Sisa, no solo ibas a echar tu panorámicas)
El castillo (ese que aun no han terminado)
Ayuntamiento


Lo más doloroso en estos días fue el comer… En cuanto me levantaba de mi siesta de después de comer (perdón: de después de empujar con un tenedor por mi esófago la última costilla que me tocaba) se oía “Bueno… ¿qué preparamos de cena?” Y hala… ¡¡a inflarse otra vez!! ¡Ay! ¡Qué sufrimiento!... Vivía sin vivir en mí… y bebía porque no moría… ¡Fijo que cuando Santa Teresa dijo algo así fue porque acababa de irse de convivencias con las de su convento!

¡Hala!… por lo demás, mi vida igual… Cuando ocurra alguno de los acontecimientos extraordinarios que espero acaezcan en mi vida (uséase: que me ponga a buscar curro y me apunte al carnet de conducir) seréis debidamente informados. Lo que pasa es que hombre... estamos en Navidad... ponerme a hacer esas cosas justo ahora no tiene sentido ¿no?... 'Amos, digo yo...

De paso voy a aprovechar que estoy escribiendo esto en Nochebuena para felicitar la navidad urbi et orbi a los que leáis esto. Y ya puestos, felicitar también el solsticio de invierno (ocurrió el pasado día 22). ¡¡A partir de ahora los días empezarán a crecer cual penes con una peli de Jenna Jameson!!

viernes, noviembre 30, 2007

BorrajaX vs. "el avieso tapón"


Hoy he visto el tapón que aparece en la foto sobre estas líneas. Está guardado celosamente en una habitación que tiene mi padre para leer y eso (“despacho” lo llama… ¡jé!) y muchos de vosotros diréis ¿y que tiene de especial ese mugroso tape de boli Bic, ahí, muerto del asco?. Pues veréis…

Corría el año 2003 (yo tenía 22 añ-azos, vaya eso por delante) cuando ocurrieron los aciagos hechos que voy a relatar. Lo recuerdo bien, porque esto pasó mientras estaba preparando el Proyecto Fin de Carrera de mi primera diplomatura, la Ingeniería Técnica Informática, en La Almunia. Bueno, algunos sé que pondrían “Carrera”, entre comillas, pero me da igual…

Los que me conozcáis, sabréis que yo soy de esas personas a las que les jode infinito madrugar. De hecho, para mí, "el desayuno” raras veces es un bollo con café con leche… Tiende a ser dos platos y postre, usea: lo que el 90% de los mortales llamáis “la comida”, ya que siempre que tengo ocasión me levanto hacia la 1:30 o 2 de la tarde. Es raro: ando todo el día medio groggie, pero hacia las 9 de la noche me empiezo a espabilar y a la 1 de la madrugada ya estoy fresco cual lechuga. Esto, por cierto, es una putada, porque como te acuestes a las 5 y te tengas que levantar a las 10 para hacer cualquier cosa, vas todo el día jodido y encima, debes aguantar la incomprensión del resto de la gente, la cual no suele comportarse de la misma manera y cuando le dices “Buffff… estoy jodido, porque hoy he madrugado… Me he levantado a las 10” la respuesta, indefectiblemente, es: “¿¿A las 10, so mariconazo?? ¿A eso le llamas tú madrugar? ¡Desde las 7:30 llevo yo en pié!” y entonces tienes que ponerte a explicar que es que te acuestas muy tarde porque trabajas mejor de noche, que para ti levantarte a las 10 es un madrugón equivalente a que una persona “normal” se levante a las 5 y bla, bla, bla…

En fin, que los dos parrafazos anteriores son, básicamente, para decir que lo que voy a contar sucedió mientras estaba programando cosas del Proyecto hacia las 3 de la madrugada… ¡jiji!

Pues eso, que me encontraba yo, de madrugada, pensando en cómo hacer no-se-que del programa que sería mi PFC, con los huevos en una mano y un boli Bic en la otra. Como andaba aburrido, no tuve otra ocurrencia que comenzar a hurgarme en la oreja con él. La parte de atrás del boli estaba muy mordisqueada, lo cual dejaba el taponcito posterior suelto que te cagas… En un primer momento, me apercibí de la tesitura y pensando “¡Huuuuuy! ¡Qué suelto está esto!... Voy a dejar de hurgarme, no sea que se caiga el tapón y luego no me lo pueda sacar” retiré el boli de mis canales auditivos… ¡Qué chico más listo!... Bien… Pues no habían pasado ni 10 segundos cuando riqui-riqui-riqui… ¡Hurgando otra vez !… riqui-riqui-… ¡plup!... “¡¡Huy!!”… pensé yo... Saqué el boli, miré la parte de atrás… el tape… ¡que no estaba! ¡Mierda!. ¡¡Mierda, mierda, y más mierda!! Intenté sacármelo con unas pinzas viejas de depilar que utilizo para quitar jumpers de las placas y para repasarme la entrepierna cuando voy a actuar en El Madrazo (¿qué? Antes de que lo pongáis vosotros, lo pongo yo)… ¡Nada!... Me empecé a hurgar con una varilla metálica, a ver si haciendo palanca… ¡Nada!. Hasta probé a meter otra vez el cuerpo del boli, a ver si se volvía a poner el tape en su sitio… ¡Nada!. Aquello no hacía más que meterse más para adentro y comenzar a doler… ¡Mierda!. “¿Qué hago?... Me da a mi que me voy a tener que ir a Urgencias”… ¡Mal! ¡¡¡Maaaal!! “En fin”, pensé, “¡a llamar a papá, que es el que tiene los papeles del seguro!”… Entré a su cuarto y tic, tic, tic… Le piqué en el hombro. Esperé su contestación de “Gñrrefff… ¿jqué pabssaaaa!?” para decirle “Padre… ¡ tienes un hijo que es gilipollas!”. Supongo que pensaría “¡Joder!… ¡Eso ya lo sé! ¿Pa' eso me despiertas?”… Es caso es que le aclaré “Me he metido un tapón de boli por la oreja”. El hombre se levantó, adormilado, y aún hizo alguna intentona de sacar el dichoso tapón, pero nada: todas infructuosas. De hecho, aquello se estaba metiendo más para adentro y doliendo más y más…

Chungo pastel… “Pues nada… Habrá que ir a Urgencias”. Yo estaba un tanto avergonzado con la situación, porque eso de meterse cosas por orificios faciales (lo del ojete anal ya es otro cantar) no deja de ser cosa de críos de, como mucho, ¿qué? ¿5 años? ¿6?... Y ahí iba a ir yo, con mis casi 23 tacos, a las 3 y pico de la mañana, a pedir que, por favor, me sacasen un tape de boli de la oreja. Sin embargo, yo creía… ¡que coño…! ¡¡yo sabía!!, gracias a las realistas (pensaba yo) series de hospitales que echan en la televisión (véase Hospital Central, Urgencias…) que en un hospital, cualquier día normal, atendían, como mínimo a 20 accidentados en coche, 31 quemados graves, sosegaban a un hombre que llevaba una bomba pegada al culo para volar el hospital porque su operación de fimosis había salido mal, realizaban 14 transplantes a corazón abierto... ¡ y todo con media plantilla ocupada en echar huetes en quirófanos, armarios y otros cubículos oscuros!… Es decir: yo me esperaba que entraría a Urgencias, me sentaría en una sillica y a mi alrededor andarían entrando y saliendo poli-traumatizados, todo sería un caos porque en un ala del hospital se había declarado un brote de Ébola, o Ántrax, o… ¡o Gonorrea!… Y que entonces aparecería George Clooney (o el Vilches, en su defecto) corriendo por el fondo del pasillo; esquivaría tres balazos del marido de una paciente que se le murió (no por fallo de Georgie, obviamente, pero el incomprensivo marido le culparía a él) luego haría un triple salto mortal sobre una camilla que le corta el paso, en la cual se encontraría una pobre niña huerfanita (y ciega, si se tercia) en pleno paro cardíaco y, estando en el aire, cogería un desfibrilador y la reviviría… Y que entonces llegaría a donde estuviese yo y, con voz grave y segura, me preguntaría “¿¿Qué te pasa, chico??” a lo cual, yo respondería quedamente “Ehm… Puéeeeh... quee... ¡que me he metío un tapón de boli bic en la oreja!” y él haría “¡Ras!”... Se abriría la bata cual Clark Kent convirtiéndose en Supermán, cogería unas pinzas del bolsillo de la camisa de su traje verde (modelo “cirujano-guay-que-te-pasas”) me sacaría el tape, y posteriormente se perdería entre la muchedumbre de quemados que estarían llegando porque… pues mismamente porque un dirigible se había incendiado, tras lo cual yo me levantaría sin llamar la atención y me volvería a casa, sin que nadie se fuese a acordar de que un gañán de 22 años, casi ingeniero, había ido a urgencias para que le sacasen el tapón de boli de la oreja.

Bien: Esa visión de Urgencias es total y absolutamente… mentira. ¡¡Mentira puñetera y cochina!! Cuando llegamos allí, no había ni Dios… ¡Nada! Desierto, solitario, ¡kaput!, ¡¡sin una puta jodida alma!! Por no haber, ni siquiera había alguien que atendiese a los que llegaban (que, por otra parte, solo éramos mi padre yo). Sin saber muy bien qué hacer, nos atrevimos a entrar y nos acomodamos en una sala umbría, en la que solamente estaban encendidos la mitad de los fluorescentes (¿¡Pa’ qué más!? ¡Demasiados había!… Para la gente que los iba a necesitar…). Al rato apareció por allí un celador (con ‘c’), que me abrió ficha… “Nombre, edad, que qué me ocurría”… Supongo que en “Observaciones” escribiría algo como “Ver conjuntamente ‘motivo de la visita’ y ‘edad’ = ¡gilipollas profundo!” Total que dijo: “Esperen ahí: enseguida les atenderán” Efectivamente: al poco vino un médico que me volvió a hacer pasar por el trauma de explicarle lo que me ocurría… y yo pensando “Joer, ¡pero si lo pone en la ficha! ¡¡Léasela!!... ¡¡RTFM!!") El caso es que me hizo pasar a una consulta, me tumbó en una camilla, cogió una de esas pinzas de médico (con un poco de relieve) y me quitó el tapón. En el interin aparecieron por allí el celador (con 'c') de la ficha y una pava (enfermera o auxiliar, o algo así) a la que todavía guardo resquemor porque ¡a Dios pongo por testigo que solo vino para fisgar! Bueno, el celador (con 'c') también, pero tenia derecho a vivir (y descojonarse) porque era el que me había abierto la ficha, pero ¿y la otra? ¿Por qué se quedó mirando en el quicio de la puerta durante un rato? ¿A qué fin? ¿Eh? ¿Eh? Seguro que el celador (con 'c') le había dicho: “¡¡No te vas a creer lo que nos ha llegado!! ¡Un pavo de 22 tacos con un tapón de boli en la oreja!” y vino a ver si era verdad. Para ser sincero, me gustaba más el enfoque televisivo de los hospitales que yo tenía en la cabeza: en mi mundo, se hubiesen metido a fornicar en un lavabo y a mí me hubiesen dejado en paz.

Finalmente, hacia las 5 de la mañana y tras haber ido a una farmacia a comprar unas gotas, y haber jurado y perjurado al médico que me sacó el tapón que iría a visitar a un otorrino, volvimos a casa, a dormir un poco y a dar fin a esta infausta aventurilla.

Si es que… mira que soy imbécil ¿eh?. En fin…

Es que como no tenía nada importante que contar (sigo sin trabajo y sin apuntarme al carnet de conducir) me ha parecido que esta historia igual os arrancaba alguna sonrisilla… y si no, tomáoslo como algo didáctico, para que veáis los riesgos que tiene hacer marranadas como quitarse el cerumen con un Bic mordido…

Un saludo, gente.

miércoles, noviembre 14, 2007

Luleå archipielago (Remember)


Pues es que como por tener una cuenta de Hotmail me dan un trozo-cacho de disco duro en algún servidor para colgar fotos y demás marranadas y, aprovechando que hace frío en Zaragoza y que las resacas me ponen en plan aún más melancólico, he aprovechado para subir unas fotos “remember”.

Esto es de cuando vino mi colegui el Xmariachi, en junio del 2006 a hacerme una visitilla allí al Polo. Pillamos un barquito chiquitito y nos fuimos a romancear por el archipiélago Luleåno… Y chico… ¡¡Mira que es majo todo aquello!! La pena fue que el cochino barco que pillamos era más como un autobús acuático, que solo iba cogiendo y dejando gente en los distintos pueblos, pero sin tiempo para bajar y dar una vueltecica… Creo que había alguna modalidad en la que te podías bajar y subir en diferentes islas pero como soy tonto, pues pillé el malo.

Volver a ver fotos como estas, de todo verde (que, como todo el mundo sabe, empieza en los Pirineos) me hace tener más ganas aún de irme a cascala por ahí por Europa. Bueno… y cuando veo fotos de las juergas ¡¡ni te cuento!!: si con estas mariconadas paisajísticas ya me quiero ir, ¡¡imagínate cuando recuerdo los fiestorros!! Lo malo es que para todo eso me gustaría tener en mi poder alguna que otra cosilla:
  1. El SET (Suplemento Europeo al título) que sirve para que en Europa sepan qué carajos has estudiado. Eso ya está pedido hace un mes.

  2. El carnet de conducir, que llevo diciendo que me tengo que apuntar aproximadamente 2 meses y mira… aquí seguimos, de vida contemplativa (contemplando como crece el callo de ciertas partes de mi anatomía de tanto tocármelos… ehm… tocármelas). Lo que pasa, además, es que como sé que estudiar el carnet me va a aburrir, me pongo a hacer cualquier otra cosa con tal de no hacerlo: ahora ando mirándome cosas de la certificación SCJP de Java, que igual me la saco y todo.

  3. Una minúscula experiencia laboral: resulta que fui a una academia en la que dan cursillos del INEM, para ver si me apuntaba a alguno, y allí me pidieron el curriculum y una señora me hizo una “entrevista”; bueno, pues al ver el CV, me dice “- Mmm… veo que el apartado de “experiencia” queda un poco vacío… Este sería el punto flaco de tu currículum…” Y yo pensando… “¡Jo!… ¡y tan “flaco”!… Como que es transparente” Total, que la moza me dice: “- Bueno, a ver… Que no hace falta que sea algo relacionado con la informática. ¿No has trabajado, por ejemplo, de camarero en un bar, para sacarte unas perricas?” y yo “- Que no, que no” La otra erre que erre (creo que un poco incrédula) "- Peroooo… ¿ni dando clases particulares a críos?” “- ¡Que no!” Total que ya me suelta: “- Peroooo… ¿Me quieres decir que con tus 27 añazos (¡así!: “añ-azos”)… no has trabajado nunca en nada?” y yo: “- Pues no” y me dice “- ¡Jodo! ¡¡Pues si que te lo has montado bien!!” “- Pues ya ve”… De todas formas, ese diálogo me hizo ver que un poquito de experiencia nunca viene mal, así que a ver si cojo cualquier cosilla, que no me suponga mucho esfuerzo pero me sirva para que el apartado “Experiencia laboral” no quede tan desangelado… No sé… Que se vea “algo” ahí, aunque sea una caquilla…

¡¡Un saludo a todos!!

jueves, noviembre 01, 2007

Descojones etílicos













Esto va para el Magnetic... Es que ayer era fiesta de guardar, oye...

Version grande que te cagas de las páginas: Página1 Página2

lunes, octubre 15, 2007

BorrajaX vs. Puyol



Últimamente viene reapareciendo en mi vida el “fantasma” de los parecidos razonables que mi cara tiene (o sufre) con otros rostros famosos. Es cierto que la primera posición en el ránking se la adjudica el puto el bueno de Gabino Diego por aplastante mayoría, pero la siguiente faz en discordia es la de Carles Puyol, el jugador del Barça. Lo de Gabino Diego es algo que nunca me ha acabado de gustar… bueno… ¡de hacer ni puta gracia! ya que estamos hablando aquí de un actor cuyos papeles más recordados son de rey subnormal (en “El Rey Pasmado") o de yonki tontolaba (en “Torrente 2”). De hecho, alguna vez me he estado planteando incluso escribir a su representante, o productora, o similar, para contarle los traumas que este parecido me ha causado, a ver si pesco algo o, al menos, para intentar convencerles de que hagan lo imposible por obtener el papel protagonista de peliculas guays y de alto standing (Micción Imposible 4, Superman Re-Returns, La leyenda del Zorrón...) Sin embargo, un halo de esperanza me envolvió cuando apareció en escena el anteriormente mencionado Carles Puyol. Pasé de ser el tío de “un zumito de naranja, Torrente… ¡¡pero natural!!” a convertirme en el “Tiburón Puyol”, alguien de infinito mejor estatus social: futbolista (por ende, asumible por todos los mortales que ginca más que Dios) rico, respetado, prácticamente imprescindible en la selección española… Vamos, ¡un primor de gacho!… hasta que ocurrió lo que voy a relatar en este post, a ver si me sirve de desahogo.

Para más Inri, esto ocurrió en el verano del 2006, justo después de volver yo de Suecia. Volvía con el ego por las nubes, en general, porque las mujeres me querían, y en particular porque, como resulta que allí siguen mucho “La Liga”, conocían perfectamente nuestro fútbol (de hecho, lo conocían mucho mejor que yo) y por ende a Puyol, lo que me llenaba de orgullo y satisfacción: había alguna chica (estoy pensando en una especialmente pirada) que si me veía se ponía a gritar“¡Puyol!, ¡¡Puyoool!!” como una posesa. Algunos suecos se acercaban tímidamente a preguntar si yo era un jugador de fútbol español, o si tenía algún familiar que jugase al fútbol… (y yo pensando… "¡sí!.. ¡Aquí iba a estar si fuese Puyol, mira! ¡Pa' verte a ti!")… pero vamos, que el parecido con el tal Puyol me daba un caché, y un status que resultaba altamente agradable… hasta que volví:

Estaba yo después de comer, en Jaca, con mi madre viendo el telediario. Ella se había sentado en una hamaca y estaba medio amodorrada (yo juraría que dando cabezadas y todo) cuando apareció una noticia del Barça (acerca de algún “bolo” de pretemporada o eso) en la que lo único que se veía era a los jugadores saliendo del hotel de concentración para subirse a un autobús. Bien, pues sale Ronaldiño y mi madre, sopas perdida: nada. Sale Xavi, mi madre, sopas perdida: nada. Pero sale Puyol… Mi madre se despierta velozmente y, señalando hacia la tele con su dedo índice, suelta: “¿¿¡¡ Pero quién es ese tío tan feeeeo !!??” Ahí ya, mal, pero bueno… le empiezo a explicar que “es un jugador llamado Carles Puyol, defensa y capitán del Barça, en ocasiones capitán también de la Selección Española...” y en esto que se vuelve, me mira y dice: “Se parece a ti...” y yo “¡Muy bien! ¡¡Gracias, hombre, madre!!” Pero se queda mirando un poco más y dice “Mmmm.. no… no… ¡tampoco se parece tanto!… No, la verdad es que no. Hombre, os dais un aire por los pelos, pero no… La verdad es que él tiene una cara muy larga y muy estirada… No, no… ¡Tu eres más guapo!” Bueno… no es que me quedase muy conforme con el tema, pero tampoco era un trauma excesivo ¿no?...

Sin embargo, un par de meses después, la escena se repitió en Zaragoza: salón, después de comer, madre amodorrada en el sillón orejero y noticia del Barça en la sección de deportes del telediario… Esta vez, se trataba de una rueda de prensa. Sale hablando uno (Rijkard, por decir alguien) y nada, peeeeero le llega el turno a Puyol. Mi madre que abre los ojos y misma jugada: “¿¿¡¡ Pero quién es ese tío tan feeeeo !!??” Y yo “¡¡Jooooeeer!!… encima de borde rompe-egos, con Alzheimer” Total, que (con la experiencia adquirida tratando con mi abuela) me armo de paciencia y comienzo a explicar parsimoniosamente de nuevo: “Pues es un jugador llamado Carles Puyol, defensa y capitán del Barça, en ocasiones capitán también de la Selección Española, que la gente dice que me parezco a él, pero yo soy más guapo ¿verdad?” Al decir esto, mi madre se me queda mirando y hace “Ssssss… bueno…” frunce el ceño con una mueca de asco y dice “… es que… es que ¡¡se te ha puesto una cara tan grande…!! ¡Antes que tenías una cara tan finica…!

Y así es como lo que podía ser un parecido encomiable y envidiable ha pasado a ser un profundo trauma… Ya sabéis, niños… cuando tengáis prole, nunca hagáis nada parecido.

Me he acordado de esta historia porque se la solté a un grupo de jóvenAs que el viernes 12 se me acercaron en la fiesta de la cerveza gritando “¡¡Bisbal!! ¡¡Bisbal!!”. Hasta se hicieron una foto conmigo. ¡Pobres!… ¡qué rollazo se tuvieron que tragar! (fué una lástima que solo se tragasen el rollazo y no el poll… ehmm…. ¡¡bien!!) Lo de que de vez en cuando (con el pelo suelto y los rizos en su máximo apogeo) me dijeran que me parecía a Bisbal también estaba bien (fue bonito mientras duró)… ¡Có!… las púberes fanáticas se forran las carpetas con fotos suyas y se desmayan a su paso, se punza a cada jaca que pa' qué… ¡Todavía era mejor que Puyol! Sin embargo, va el tontolaba y se rapa para no-se-qué buena causa… ¡¡Pero cojones, tronkocolega, que la buena causa ya la hacías con los rizos puestos!! ¡Si estabas aportando tu “humilde granito de arena” (como dicen siempre que colaboran con alguna mierda solidaria de éstas) a la ardua empresa de que alguien tan impresentable yo ligase!! Pues nada… Igual tengo que plantearme escribirle una carta a ése, también…

Si es que... ¡soy un desgraciao!