miércoles, noviembre 12, 2008

BorrajaX con Activia

[Activia]
Pues sí, señoras y señores... Hace algo así como un par de semanas, me zampé de golpe y en ayunas siete yogures Activia (de Nanone) de esos y, aparte de la cagalera[YouTube] que me dieron (tanta fibra, tanta fibra...) me renovaron por dentro y por fuera, de tal manera que... ¡tengo curro y me he apuntado al carnet de conducir! ¡¡Con un par!!

A ver: que tampoco panda el cúnico; el curro es, como mucho, para dos meses (bueno... el contrato es de dos meses; hasta final de año... ¡Ya veremos si me aguantan tanto!). Es en el laboratorio de Mecánica de Fluidos del CPS. Se trata de coger algunos programas que los “doctorandos” que por allí pululan han hecho para sus simulaciones y paralelizarlos para que vayan más deprisa. Como tienen unos pepinorros (aca. Quad-cores [Wikipedia]) de ordenadores, con cuatro procesadores en las tripas, quieren intentar ejecutar los cálculos en paralelo (uséase, para los neófitos: que se hagan los cálculos en varios procesadores a la vez)... y de eso me encargo yo. O lo intento. Son pocas horas pero están bien pagadas, así que no me puedo quejar. Lo único es que de momento, con mis grandes aportaciones, están perdiendo rendimiento... pero es que... es queeee... es que estoy en la “fase de investigación”... ¡glups! Virgencica, Virgencica: que los del departamento no lean esto, ¡que no lo lean!...

[L de autoescuela]
Y lo del carnet... pues eso: que también me he metido en la pomada. Le eché huevos, recorrí el largo camino (100 metros, lo menos... Mmm... no, no tanto) que separan la autoescuela de mi hogar, pagué (sobre todo, eso: ¡pagué!) y ya estoy recibiendo clases teóricas. La idea es sacarme el teórico lo antes posible y en cuanto lo tenga, comenzar la invasión de Europa (al menos, en cuanto a envío masivo de curriculums se refiere). Como ahora me lo guardan un par de años, no me tengo que preocupar demasiado por el práctico, en caso de que me llamen para un trabajo de "incorporación inmediata" y tenga que salir cagando leches. De hecho, quizá incluso podría ser posible recibir alguna clase práctica en el extranjero y sacármelo cuando vuelva de vacaciones... Vamos, digo yo. No sé... ya lo pensaré (dos años... ¡joer!... ¡no sé lo que voy a hacer mañana, como para hacer planes para dentro de dos años!)

La verdad es que lo necesitaba. De hecho, “oficialmente” empecé en el trabajo el día 6 de noviembre, pero desde que me dijeron que me cogían (semana y pico antes) he estado yendo por allí. Me ha venido bien. ¡Pero que muy bien! Me ha ayudado a centrarme, a mantenerme ocupado y me ha despertado de mi letargo... ¡Debería haberlo hecho antes!. Antes, mi vida consistía en acostarme a las mil, levantarme a las diez mil y estar todo el día en un estado vegetativo en el que no hacía prácticamente nada productivo... Y ¿qué queréis que os diga?... Acaba cansando... ¡Hasta a un vago profesional como yo!... Eso de levantarme a las 12, decir “uuuh... si es que... ¡se tiene que ventilar el cuarto!...” ¡Hala!, un par de horas sin entrar por allí. Luego “uuuh... si es que... ¡hay que comer!”... Luego café, periódico, ver algún capítulo de alguna serie de televisión y esperar a que alguien me llamase para ir a beber cerveza (happy hour en el Gallagher: 1 € la Budweisser de 18 a 21 horas... ¡no veas!) volver a casa medio pedo (se pueden beber muchas Bud en cuatro horas) y hala... ¡vuelta a empezar! acaba derrengando al más pintado. Lo juro (vale, tras la lectura de este párrafo, los currantes me estaréis insultando debidamente, pero es cierto ¡os lo aseguro!) Puede llegar a cansar (eso sí: me ha costado más de un año cansarme, todo sea dicho) Es, sobre todo, que puede llegar un punto en el que uno se pregunte “¿Pero qué cojones estoy haciendo con mi vida?" Y que la respuesta no sea nada, pero nada, satisfactoria. ¡Coño! Si es que me vi la tercera temporada de “24” en dos días... ¡Que se dice pronto!

Pero ahora ya no. ¡Ahora soy un hombre nuevo!... Llamadme “Mari Pili”...